domingo, 13 de diciembre de 2020

TRABAJO INTEGRADOR CCS 5TO 1ERA - BARBOSA MARIEL (PDF)

 ESCUELA SECUNDARIA N°31 5TO 1ERA COMUNICACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD PROFESORA MARIEL BARBOSA TRABAJO INTEGRADOR PRIMER PERÍODO (Marzo-Mayo) Contenidos: Conceptos Comunicación, Cultura y Sociedad Representaciones sociales/Proceso de socialización Desnaturalización del sentido común Interaccionismo y lenguaje (capacidad simbólica) Actividad N°1 ¿Qué es “lo social?” Para iniciarnos en el análisis crítico sobre la sociedad, la cultura y la comunicación, y ser capaces de comprender los vínculos estrechos y necesarios que existen entre estos tres términos, es necesario, en primer lugar, definir aquello que entendemos por “lo social” o la realidad social. Hemos visto, cómo muchas de las actividades que realizamos los seres humanos para vivir y seguir viviendo, actividades tales como alimentarnos o vestirnos, varían a lo largo del tiempo y del espacio. Es decir, que todas las acciones y prácticas que los hombres y las mujeres desarrollan a lo largo de su vida para satisfacer determinadas necesidades y asegurar su continuidad son diferentes según se trate de tal o cual grupo humano en determinado momento de la historia. Estas circunstancias, nos permiten comprender una de las principales características de la realidad social. La vida social no es un fenómeno natural, es producto de la actividad transformadora de los hombres y mujeres, quienes, al realizarlas, transforman su entorno y al mismo tiempo modifican su propia naturaleza. Cuando afirmamos que la vida social no es un fenómeno natural lo que queremos mostrar, por un lado, es que todas las actividades que conforman la vida de una sociedad dada tienen un origen social; es decir, son el resultado de las relaciones que establecen las personas entre sí para poder vivir. Por otro lado, de esto se desprende que “lo social” es un fenómeno diferente al natural en la medida en que no está determinado de una vez y para siempre de la manera en que sí lo están los fenómenos de la naturaleza. Quizás, un ejemplo nos ayude a entender estas diferencias. Como hemos visto, el modo en que nos vestimos o nos alimentamos varía según la sociedad o el grupo humano del que se trate. Las mujeres de algunos países de religión islámica, por ejemplo, visten de una manera particular y diferente si se las compara con las prendas que solemos usar las mujeres que vivimos en países occidentales. El “Burka” es el atuendo característico o típico que deben utilizar todas las mujeres que viven y practican la religión islámica en determinados países del Medio Oriente. Ahora bien, ¿qué hace que esto sea así y no de otra manera?, ¿por qué la forma en la que nos vestimos varía en el tiempo y en el espacio? Es evidente, que aún el modo en el que satisfacemos las necesidades más elementales no está determinado por nuestra biología y, por esta razón, son susceptibles de variar; es decir, son cambiantes. Entender que los comportamientos, las relaciones e instituciones y todas aquellas actividades que realizan los seres humanos pueden tener características diferentes según la sociedad y la cultura en que se desarrollan, nos permite ver que son construcciones sociales. La manera en que comprendemos al mundo depende de las circunstancias sociales e históricas en las que somos educados; es decir, socializados. Llamamos “socialización” al proceso a través del cual los seres humanos aprenden e interiorizan normas, valores y costumbres de una determinada sociedad y cultura específica. Este aprendizaje es lo que nos permite obtener las capacidades necesarias para desarrollarnos con éxito en la interacción social y, al mismo tiempo, son producto de ésta. De la interacción de las personas que comparten un mismo espacio social surge todo el conjunto de reglas, normas, creencias y prácticas de las que hablábamos. Aunque muchas de esas reglas no sean explícitas, es decir, no están escritas en ningún lado, no por eso dejan de ser efectivas a la hora de modelar y regular nuestro comportamiento. Al ser aprehendidas desde que venimos al mundo, todo ese conjunto complejo de conocimientos, prácticas y valores se nos aparecen como naturales. Por eso decimos, que el mundo social y, más específicamente, la “vida cotidiana” que desarrollamos los hombres y mujeres dentro de una sociedad particular, nos es dado como presupuesto, como algo dado. Ser capaces de comprender que la sociedad es una construcción, una producción resultante de la interacción continua de los hombres y las mujeres entre sí y con su medio en un momento histórico y social específico, nos va a permitir “desnaturalizar” aquello que tomamos como dado o evidente en nuestras propias sociedades. Este proceso de desnaturalización de la realidad social comienza cuando entendemos que todas las prácticas y actividades que desarrollamos los seres humanos jamás están prescriptos por la naturaleza de nuestra biología o por la decisión de un individuo particular, sino que responden a pautas y convenciones socialmente construidas. Después de leer el texto respondé 1- ¿Por qué la forma en que comprendemos el mundo no es algo natural? 2- ¿Qué relación hay entre la cultura en la que naciste y te criaste y tus maneras de actuar en el mundo? 3- Pensá en las actividades que desarrollás cotidianamente en tu vida diaria y citá cuatro ejemplos que pueda relacionar con el concepto de “socialización”. Justificá. 4- ¿Qué entendés por “desnaturalizar”? Actividad N°2 La cultura es un conjunto de creencias, normas, valores, ideas, prácticas y costumbres compartidas por las personas que viven en una sociedad en un momento histórico dado. En otras palabras, la cultura es el modo de vida de un conjunto de personas que integran una sociedad. Ahora bien, ¿cómo creen que se produce ese modo de vida? ¿fue siempre así? ¿creen que lo hizo un solo individuo? Esas creencias, normas y costumbres que conforman una cultura son posibles gracias a la Interacción entre las personas que comparten un mismo espacio social. Es decir, ese conjunto de prácticas que conforman un modo de vida es construido socialmente en un momento histórico determinado y para crearlas es necesaria la interacción entre las personas. Y la interacción es posible gracias a la existencia de un lenguaje compartido por todos los individuos pertenecientes a un mismo grupo social. El lenguaje es lo que permite comunicarnos entre nosotros y entendernos. Es lo que nos permite acceder al mundo, captar la realidad, clasificarla, ordenarla. ¿Cómo sería si no pudiéramos nombrar las cosas que nos rodean? El lenguaje nos permite darles un nombre, una utilidad, referirnos a ellas cuando hablamos con otros. En definitiva, nos permite darles un significado a las cosas del mundo. Los seres humanos podemos asignar un nombre y un significado a las cosas del mundo que nos rodea gracias a nuestra capacidad simbólica. La capacidad simbólica es la facultad del ser humano de representar los objetos y las cosas del mundo que nos rodean para así poder acceder a ellos. ¿Cómo hacemos para representar esos objetos o cosas? A través del lenguaje, que es un conjunto de signos o palabras. Después de leer el texto respondé 1- Explicá cómo se relacionan los conceptos de cultura, interacción y lenguaje. SEGUNDO PERÍODO (Junio-Agosto) Contenidos El signo lingüístico de Saussure (Semiología) El signo triádico de Peirce (Semiótica) Semiosis Social (Eliseo Verón) Actividad N°3 La lengua y el habla El lenguaje es un sistema de signos, es decir, un conjunto de palabras para comprender el mundo. El habla corresponde a la puesta en acto de este sistema. El sistema de la lengua nos ofrece una cantidad de posibilidades para comprender nuestro entorno; mientras que, en el plano del habla seleccionamos de modo individual ciertas expresiones o vamos incorporando otras para poder dar cuenta cabalmente de lo que nos rodea. Por ejemplo, el sistema de la lengua esquimal distingue y tiene palabras para referirse a más de veinte clases de color blanco; como imaginamos, para un esquimal, distinguir, nombrar y codificar los blancos de la nieve es central para poder moverse en un entorno congelado. La comunicación como sistema Ferdinand de Saussure (1857-1913) se interesó por el estudio de las palabras o signos lingüísticos. Propuso que éstas eran entidades sígnicas bifásicas. Esto quiere decir que, si pudiéramos imaginariamente dividir una palabra (signo), nos quedan dos partes. A una de ellas podemos llamarla significado que sería la idea, el concepto, la representación (lo que quiere decir la palabra). A la otra podemos llamarla significante'; se trata de la imagen acústica, de la huella del sonido de la palabra en la memoria. El signo lingüístico (unión de significado y significante) se caracteriza por ser arbitrario. Esto significa, por ejemplo, que no hay nada de árbol en la palabra árbol. Es arbitrario porque es una convención social. Podría llamarse de otro modo y de hecho, en los distintos idiomas se llama distinto. Cada uno de nosotros no puede cambiar el significado del signo, ya que de lo contrario no sería posible la comunicación. Debemos adecuarnos a la convención social, si decidimos Ilamar tren al 'auto' y en una estación de servicio decimos “Cuántos trenes” en lugar de “Cuántos autos”, nadie nos entendería. De todas maneras, las palabras o signos lingüisticos van mutando con el tiempo. Muchos signos cambian su significado, otros se dejan de usar y aparecen otras palabras nuevas que se Incorporan al sistema lingüístico. Por ejemplo, tomemos las incorporaciones que lleva a cabo la Real Academia Española en lo que respecta al uso de la lengua. Esta institución prevé ampliar significado original de abducir para que refiera tanto al acto de ser secuestrado por una supuesta criatura extraterrestre como a la habilidad de un escritor de 'atrapar a los lectores con sus novelas' A su vez, el código es el que nos permite 'decodificar correctamente una palabra o mensaje y hace posible la comunicación. Para que exista una perfecta comprensión entre un enunciador y un enunciatario es imprescindible que ambos compartan un código. El 'código', en este modelo, no es ni más ni menos que el sistema que organiza la lengua. Por ejemplo, si nos hablaron de un auto en una conversación, la decodificación que hacemos del mensaje es que el 'auto' equivale a un vehículo motorizado y destinado al transporte de pasajeros. Porque aprendimos que auto' significa esto, distinto de 'bicicleta', 'tren' o 'motocicleta'. Después de leer el texto respondé 1) Definir signo según Saussure y mencionar sus características principales. 2) ¿Por qué el signo es arbitrario? ¿Puede cambiar a lo largo de la historia? Explicalo. 3) ¿Los individuos podemos cambiar los significados de los signos? Teoría semiótica Signo: ícono, índice, símbolo Actividad N°4 Charles Sanders Peirce, fundador de la Semiótica, concibe distintas clases de signos y no sólo los lingüísticos, tal como estudiamos con Saussure. Propone un sistema clasificatorio de los signos según el cual se puede representar algo del mundo, un objeto, desde tres planos distintos. Por un lado, se lo puede representar por las relaciones de semejanza que mantiene con aquello que señala. Se trata del "ícono". Una fotografía es un ícono, por ejemplo. La foto, como signo, nos muestra algo muy semejante a la persona pero no es la persona sino su huella en un papel. Un ícono, a su vez, es independiente de su objeto. Esto quiere decir que, aunque el objeto que el signo expresa no exista en la vida real (como los dragones) lo podemos iconizar igual. Son ejemplo de íconos las caricaturas, los mapas y las fotografías. La segunda clase de signos son los 'índices'. Como su nombre lo sugiere, los índices indican, señalan, ya que tienen una relación de cercanía, contigüidad o causalidad con el objeto que representan. Por ejemplo, si vemos humo a lo lejos, puede ser signo de 'incendio'. Por ello hablamos de que existe una relación física' entre el signo y aquello que refiere. En este caso el signo no es independiente del objeto y necesita que el objeto que designa exista. Por ejemplo, las manchas en la piel pueden ser índices de enfermedad, al igual que los síntomas. Otro caso es el de las imágenes que toman una parte para hablar del todo: pensemos en el dibujo de las tijeras en el letrero de una peluquería. Las tijeras son una parte del todo -la peluquería-. Cuando veo la tijera, en realidad, estoy viendo un signo del negocio. En tercer lugar, se encuentran los signos convencionales que surgen por acuerdo entre los miembros de una sociedad. En este caso hablamos de 'símbolos'. El signo como símbolo es una convención que depende de cada cultura. Remite a ideas, objetos generales y a conceptos abstractos que son representados simbólicamente. Las banderas, por ejemplo, son símbolos nacionales para cada país. De igual modo, pensemos en los símbolos propios de las religiones, como los crucifijos en caso del cristianismo o las estrellas de seis puntas, en el caso del judaísmo. El signo lingüístico pertenece a esta clase de signos. Después de leer el texto respondé 1) Buscá diferentes ejemplos de íconos, índices y símbolos. Pueden dibujarlos o recortarlos y pegarlos, si no tienen conectividad. 2) Explicá por qué es importante poseer un código común para interpretar los signos. La producción de sentido en los medios masivos de comunicación Análizando discursos Avancemos un poco más en las teorías que pensaron la comunicación. Ya dijimos que todo comunica. Ahora vamos a dar otro paso y diremos que todo fenómeno social es un proceso de producción de sentido. ¿Qué significa esto? Eliseo Verón es el semiólogo argentino que nos propone pensar en una teoría sobre la producción de sentido que se pone en juego en toda sociedad. Verón considera que todo hecho social, al menos en algún aspecto, representa un proceso de producción de sentido social. Producir sentido implica generar textos, es decir, materia significante: Por ejemplo, el comer chocolate no sólo involucra la mera práctica de ingerir algo sino un montón de otros sentidos: el darse un gusto a uno mismo', el cariño al regalar una tableta a otro, etc. Todo fenómeno social, entonces, puede leerse por el sentido que está representando. Toda producción de sentido es social, nunca directamente individual. Todos los textos y todas las prácticas son significantes socialmente: forman parte de discursos sociales más amplios. ¿Pero qué es un discurso social? Nos referimos a discursos sociales cuando analizamos no sólo la lengua sino también las imágenes, los sonidos y todo aquello que significa en una situación comunicativa. Pensemos, por ejemplo, en la posición de las cámaras en la televisión y los efectos que producen las imágenes por ellas captadas. No será lo mismo si en una marcha de estudiantes la cámara enfoca panorámicamente a los grupos que si se detiene en una o varias caras. El efecto de sentido será distinto en cada caso. Los planos generales suelen ubicar, describir mostrar el espacio general en el que suceden las cosas Los planos medios suelen cortar las imágenes en la cintura, el pecho o por arriba de las rodillas y consigue un efecto en el que predomina la figura humana. El plano corto, en cambio, permite detallar los rasgos, es mucho más emotivo. Entonces, si en la marcha la cámara capta la totalidad del grupo con un plano largo estará mostrando si hay mucha o poca gente. Al contrario, si toma el primer plano, estará mostrando, por ejemplo, las caras enojadas de los participantes. Recordemos que estas imágenes son discursos (textos) y como tales son producidos socialmente. Lo importante no es la intencionalidad del camarógrafo al ubicar el plano, sino qué significan esas imágenes en el entramado social. El sujeto 'productor de sentidos' es entendido en términos de su lugar social, lugar que podemos designar como las condiciones de producción de los discursos. Todo proceso significante se explica a partir de las condiciones de producción. Un texto determinado debe analizarse desde sus condiciones de producción. Por condición de producción entendemos el conjunto de textos que se encuentran en circulación en la sociedad. Pensemos en una publicidad sobre productos de limpieza. Ya sabemos que el fin de la publicidad será vender el producto. Pero ¿cuáles son los significados sociales que aparecen en la publicidad? Estas publicidades suelen estar atravesadas por un conjunto de significados asociados a una determinada idea de mujer (ama de casa 'moderna'), una imagen de hogar (vinculado, muchas veces, con una familia tipo en la cual la mujer lava los platos) y el sentido de limpieza que plantea (el producto saca todas las bacterias). Todo fenómeno social está formado por paquetes textuales. Al leerlos podemos comprender nuestra cultura, nuestra sociedad, los sentidos que subyacen a nuestros modos de comunicarnos. Verón asegura, entonces, que sólo a través de los textos se puede analizar una cultura. Después de leer el texto: Observá las siguientes publicidades y analizalas según la teoría de Verón: ¿Hay una intención de generar un sentido social más allá de vender un producto? ¿Cuáles son los sentidos (significados/mensajes) que aparecen en cada una? Para responder estos interrogantes, reflexioná sobre lo siguiente: ¿Cómo se representa a la mujer en las diferentes publicidades? ¿Qué valores y estereotipos sobre la mujer se construyen? ¿Y sobre la familia? ¿Cuáles son los roles establecidos? ¿Es casual que no aparezcan los varones en este tipo de publicidades? Por qué? TERCER PERÍODO (Septiembre-Noviembre) Educación Sexual Integral Desconstrucción de los estereotipos de belleza Gordofobia Actividad N°5 ¿El CUERPO O LOS CUERPOS? Hace algunas semanas se convirtió en debate nacional la tapa de la revista Caras, donde se podía ver una imagen de la Reina de Holanda, Máxima Zorreguieta, junto a su hija Amalia, acompañada de un polémico título que hacía alusión al cuerpo de la adolescente. Por este motivo, me pareció fundamental reflexionar junto con ustedes acerca de qué nos pasa con el cuerpo, con el propio y con el de lxs otrxs. Y aparecieron algunos interrogantes: ¿Hay un único cuerpo permitido para ser exhibido? ¿Cómo es ese cuerpo? ¿Quién creó ese cuerpo? ¿Cuándo? ¿Siempre fue igual o hubo otros cuerpos a lo largo de la historia? ¿Hay otros cuerpos que deben ser visibilizados? ¿Cuáles? ¿Qué rol juegan los medios en la construcción de lo lindo/feo y por ende de lo visible y lo invisible? ¿Qué rol juegan las redes sociales con respecto a la exhibición del cuerpo? ¿Se muestran del mismo modo los cuerpos de las mujeres que los cuerpos de los varones en las publicidades? ¿Alguna vez nos hicieron sentir que debíamos encajar en un molde? ACTIVIDADES 1- ¿Cuántas veces nos hicieron sentir mal con nosotrxs mismxs? ¿Les pasó? A continuación encontrarán la historia de Florencia, una chica que padeció la mirada de lxs otrxs sobre ella, sobre su cuerpo; y cómo esa mirada afectó su forma de quererse y respetarse. Todo menos gorda Lo que pesa son otras cosas Por @florenciacolacito La nutricionista está mirando un paquete de chicles sin azúcar contra la luz de un ventanal a ver si tienen calorías o no. "Estos sí podes"- me dice. Yo le pregunto si puedo comer los que tienen formita de huevos de dinosaurio y que comen todos mis amigos. "Vos no podes, porque sos gorda". En ese momento tengo ocho años. Antes de ir a los cumpleaños de mis amigas, me explican que no puedo comer nada de lo que haya en la mesa. Me da vergüenza decir que hago dieta, así que digo que me duele la panza. Ahora tengo nueve años. Estoy sentada todas las tardes de los viernes en la sala de espera de un dietólogo de moda en los 90 que le da a mis papás unas sopas extrañas como única comida y una especie de tratamiento cosmético con cremas adelgazantes. En la pared hay un cuadro enorme con la imagen de una mujer casi esquelética sostenida con admiración por otros. Voy tantos viernes que memorizo el cuadro. A los diez años estoy saltando a la soga en un recreo y me baja la presión. Una maestra me ofrece una Coca Cola que no es light y yo al borde del desmayo, digo que no. La maestra preocupada me pregunta si mis padres saben que estoy a dieta. Yo miento y le digo que no. Ahora me doy cuenta que lo que me daba vergüenza de admitir que hacía una dieta estricta a los diez años era exponer que eran mis papás los que me obligaban, aunque mi peso no fuera excesivo. Convenzo a mi mamá que me lleve a un casting. Quiero ser modelo o actriz. Mi mamá me da el gusto y a la salida, comemos una hamburguesa. Me dice que voy a tener que elegir, porque si quiero trabajar en la tele no voy a poder comer más esas cosas. Tengo once. A los trece voy al baño en un recreo del colegio y me cruzo a un grupo de chicos dos años mayores que yo. Es la primera vez que tengo las uñas pintadas y voy mirándome las manos orgullosa. Sin que los mire, uno me dice "Gorda" y los demás se ríen. Entro al baño y no salgo por cuarenta minutos. No puedo parar de llorar. De repente mis uñas me parecen algo horrible. A los quince mi abuela me pregunta cuando voy a adelgazar y me explica que nadie se va a querer casar con una chica gorda. Yo no sé si quiero casarme pero aún si quisiera, mi abuela cree que esa puerta está cerrada y sellada con mi propia grasa. Estoy engordando en serio ahora. Desde los 13, cuando murió mi abuelo, me voy escondida al kiosco y me compro golosinas en exceso que como cuando nadie me ve. Los papeles los tiro envueltos en una servilleta de papel para que nadie sepa que yo sola me estoy condenando a lo que para ellos pareciera ser la definición física de infelicidad. A los dieciséis mis padres deciden llevarme a un centro de trastornos alimenticios que atiende a chicas anoréxicas, bulímicas y con sobrepeso. Yo envidio a las de los dos primeros grupos porque me parece que es mejor cualquier cosa que ser gorda. Parece menos grave, o genera más piedad. Trato de vomitar un par de veces. Lo consigo. Compro laxantes y diuréticos. Pasan unos meses y se lo cuento a mi mamá con la esperanza de que al menos esto logre que mi peso deje de ser el eje de todas las discusiones que me incluyen en la familia. Vuelvo al centro. Ahora tengo dos temas para resolver. Como con vergüenza delante de cualquier persona durante toda la vida, como si ingerir algo delante de otro fuera justificar la condena social de pesar más que los demás. Compenso con todo lo que puedo la falla enorme que aparentemente tengo, soñando que la cantidad de histrionismo que tengo encima me haga mezclar un poco más entre los demás. Tengo 18. Pierdo la virginidad de una forma poco especial y descuidada con alguien que nunca más voy a ver y en el fondo lo sé. Aún así vuelvo a mi casa aliviada, porque estaba segura de que nadie nunca iba a tolerar el asco de tocarme. Mis siguientes relaciones con hombres son bastante similares: casados que me esconden, gente que me trata mal, a la que no le importo. Gente a la que aparentemente mi cuerpo le gusta pero preferiría morir antes de admitirlo al mundo. No es que no me duela, porque soy consciente de esto, tal vez demasiado, pero creo que es a lo que alguien como yo puede acceder como una similitud de una forma enferma de amor. Mejor promiscua que gorda. En estas instancias, todo parece indicar que nunca voy a poder (ni querer) bajar de peso. Entonces necesito hacer lo que sea, cualquier cosa que se me ocurra para que mi imagen comparta otra palabra con "gorda" como descripción. No como característica, como única definición de mi persona y con una connotación negativa, insultante, como si fuera un pecado. Si estoy en un trabajo, tengo que ser la mejor. Si estoy con alguien, tengo que darle todo. Si soy mala con alguien, tengo que ser excesivamente cruel. Si soy buena, también porque la guardia baja no es una opción. La confianza puede dar lugar a un chiste o comentario sobre mi peso, entonces mejor no. Mejor amarga que gorda. Si el problema soy yo, tengo que buscar como ser mi solución. A medida que voy creciendo, empiezan a pasar cosas graves. La vida. Hay seres queridos que se mueren, relaciones que se terminan, amistades que se rompen, desempleos. Empiezo a estudiar cinco años más tarde que las personas que terminaron el colegio conmigo. En la secundaria yo había construido una barrera y la idea de un lugar nuevo con nuevas burlas me paraliza. En ese momento estoy de novia y eso parece haber aliviado a mi abuela, a mi papá y al mundo, siendo yo la gorda a la que sí habían elegido. Empiezo a estudiar. La gente reconoce mi humor, mi talento, mi bondad, mi mal humor. Ven todo y no solo el cartel que dice "Gorda" en la frente y que me viene definiendo. Empiezo a hacer dieta y bajo un poco de peso. Lo hago porque quiero, porque soy feliz y porque me siento a salvo. Al poco tiempo todo se derrumba. Mi novio me engaña con una mujer que sin exagerar, pesaba la mitad de lo que yo en ese momento, y mi cuerpo rechaza la comida durante un mes. Esto también te lo merecías por gorda, pienso. Sumado a los kilos que ya baje, llego a un peso significativamente más bajo que el de los últimos diez años. Soy la imagen de la tristeza, estoy derrotada, no duermo, como o vivo, estoy pálida constantemente, casi gris y tengo la mirada perdida. Estoy medicada para no matarme y aún así, la gente me felicita por lo flaca que estoy. Gorda o flaca, lo demás no importa. En esa crisis enorme encuentro espacios nuevos: ahora que no soy gorda puedo hablar de mi peso. Entiendo y perdono a mis viejos por la presión constante de adelgazar, porque ellos tuvieron la misma. Las mismas burlas, las mismas restricciones, las mismas asociaciones ridículas de delgadez y felicidad que me terminaron imponiendo a mí, el mismo miedo de que me definiera algo que no es más grande que cualquier otra variable. Hace dos años la quita de la medicación me disparó una ansiedad enorme y engorde 20 kilos en tiempo récord. Fui a clases de baile para bajar la ansiedad y con la vergüenza de mi cuerpo a cuestas. Pero ahí cambió todo. Ahí me di cuenta que mi cuerpo y cada parte de él eran igual de capaces de hacer cosas que los demás y que las que no pudiera hacer, las iba a hacer a mi manera. Me fascino verlo seguir un ritmo, estirarse y responder. Empecé a comer bien y en ocho meses llevo bajados 32 kilos. En ocho meses, lejos de sufrir, mentir en los cumpleaños con que me dolía la panza, tomar cosas raras o sopas asquerosas, comí bien. Escuché lo que me pedía el cuerpo y después de mucho tiempo, empecé a complacerlo. Sería muy fácil decir que bajar de peso es la causa del amor que tengo ahora por mi cuerpo. También sería injusto, y falso: bajar de peso fue una consecuencia de dejar de definirme por eso. Tengo estrías, flaccidez, celulitis y no voy a ser nunca flaca ni a tener el cuerpo como las chicas de las revistas. Esa no soy yo. Yo soy mucho más de lo que peso, mido, o como tengo los ojos y el pelo. Ese es mi envase, mi casa y hago lo posible porque sea sano y me sienta cómoda en él, pero no me define. Me define lo que me gusta, lo que no, lo que soy y lo que quiero ser. Me define como amo y si estoy teniendo el coraje de ventilar todos mis traumas porque quiero ser algo más trascendente que lo que soy. Cada imperfección que tiene mi cuerpo es una batalla ganada y un día vivido. Es hermoso como es. Como es cada cuerpo, es un reflejo de nuestras diferencias, de lo que nos hace únicos, de lo que podemos ser. Yo viví la mayor parte de mi vida sintiendo que mi cuerpo tenía que ser modificado para ser feliz. Que tenía que justificarme, martirizarme, y odiarme por no ser lo que los demás conocen como normal, aceptable o bello. Esto tan ridículo como pensar que la felicidad depende de algo tan simple como un cambio físico. “Lo más noble que podés hacer por vos mismo es ser la persona con la que más te gustaría pasar el resto de tu vida." Esta soy yo hoy. No pude volver en el tiempo y decirle a mi familia que cuanto más me presionaban, peor era. Que la salud también pasa por aceptarse, y que la tristeza y la vergüenza son tan dañinos como la obesidad o la delgadez extrema. No pude cambiar el mundo. No pude decirle a la gente que sea menos cruel, menos cerrada, menos hiriente, más compasiva. Tuve que empezar por convencerme a mí misma de serlo y fue lo más dificil de todo. Ahora tengo 29 años. Estoy escribiendo esta nota con los cachetes colorados y los ojos llenos de lágrimas. Esta vez no es porque alguien se burló de mí ni me hizo sentir mal con mi cuerpo. Le saqué a cualquier otra persona el poder de odiar mi cuerpo el día que empecé a amarlo. Esta vez me siento así porque después de escribir todo esto, me di cuenta lo en paz que estoy conmigo misma. Que aún si vuelvo a engordar, o adelgazar quince kilos más, voy a estar bien. Porque en realidad, nunca hice nada malo. Me emociona compartir mi historia porque estoy haciéndole justicia a cada vez que sentí odio por ser yo. Esta es mi manera de disculparme conmigo misma y repetirme que si lográs quererte como sos en un mundo que constantemente te dice que no deberías, por el motivo que sea, tenés la batalla ganada. Porque sabeés exactamente que nada que sea modificable puede definirte. Lo que nos define realmente, es qué hacemos con el cuerpo que tenemos y cómo traducimos lo que somos al plano físico. Eso, al final de todo, es lo que más pesa. 2- Ahora que leiste la historia de Florencia, leé el siguiente informe sobre gordofobia realizado por el INADI (Instituto Nacional contra la discriminación, el racismo y la xenofobia) para comprender que nos pasa como sociedad con respecto a lo que entendemos que es un cuerpo bello y aceptable. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/informe_gordofobiaaspecto_fisico_1_1_1.pdf 2.a-¿Qué sentiste al leer la historia de Florencia? ¿Qué emociones aparecieron mientras leías el relato? 2.b-Florencia en su relato dice: “no voy a ser nunca flaca ni a tener el cuerpo como las chicas de las revistas”. ¿Cuál es el modelo hegemónico de belleza del que habla Florencia? Buscá ejemplos en los medios y armá un collage. 2.c-¿Qué opinás al respecto? ¿Alguna vez te hicieron sentir mal con tu propio cuerpo? Contá tu experiencia. 2.d-¿Qué cuerpos creés que son invisibilizados (cuerpos que no aparecen o no son mostrados) en los medios de comunicación? 2.e-¿Qué ocurre con la exhibición del cuerpo en las redes sociales? ¿Te sentís obligadx en cierta forma a mostrarte de algún modo en particular? ¿Cómo te hace sentir eso? 2.f-¿Qué es la gordofobia según el informe del INADI? ¿Qué estereotipos recaen sobre las personas gordas? 2.g-Elegí dos o tres memes que hagan alusión al cuerpo y analizalos en función de lo leído en el informe del INADI y de la historia de Florencia.

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