Lean el texto sobre la vida de Timoneda y luego respondan:
a- Mencione al
menos cuatro actividades de la vida cotidiana de Don Timoneda que pueda
relacionar con el concepto de Socialización. Justifique.
b- Explique por
qué podemos decir que estas actividades no son naturales.
c- ¿Por qué
podemos decir que el texto sobre Timoneda permite desnaturalizar?.
Texto:
Consideremos un
día en la vida del señor Timoneda. Don Josep Timoneda Martínez se ha levantado temprano, ha tomado
su utilitario para ir a trabajar a la fábrica, oficina o tienda, ha vuelto a
casa a comer un arroz cocinado por su señora, y más tarde ha vuelto de nuevo a
casa, después de un pequeño altercado con otro conductor a consecuencia de
haberse distraído pensando en si le ascienden o no de sueldo y categoría. Ya en
casa, ha preguntado a los críos, bostezando, por la escuela, ha visto un
telefilme sobre la delincuencia juvenil en California, se ha ido a dormir y,
con ciertas expectativas de actividad sexual, ha esperado a que su mujer
terminara de tender la ropa. Finalmente, se ha dormido pensando que el domingo
irá con toda la familia al apartamento. Lo último que recuerda es a su mujer
diciéndole que habrá que hablar seriamente con el hijo mayor porque ha hecho no
se sabe qué cosa.
Este es el
inventario banal de un día normal de un personaje normal. La vida, dicen. Pero
¡atención! Si este es un día normal, es porque estamos en una sociedad
capitalista con predominio masculino, urbana, en una etapa que llaman sociedad
de consumo y, dependiente culturalmente de unos medios de comunicación de masas
subordinados al imperialismo. El personaje normal si la sociedad fuera otra, no
tendría que ser necesariamente un varón, cabeza de familia, asalariado, con una
mujer que cocina y cuida de la ropa, y con un televisor que pasa telefilmes
norteamericanos.
Hablando de José
Timoneda Martínez, consideremos ahora cómo incluso su nombre está condicionado
por una red de relaciones sociales. Oficialmente no se llama Josep Timoneda
Martínez sino José Timoneda y Martínez, vuelve la cabeza cuando lo llaman Pepe,
se cabrea en silencio cuando es el jefe de personal quien le llama Timoneda sin
el señor delante, y enérgica y explícitamente cuando es un subordinado suyo
quien lo hace; insiste, o no, en hacerse llamar Pepe por una mujer según el
aspecto que ella tenga, y se siente bastante orgulloso de ser cabeza de
familia, porque así los niños han de nombrarlo según su cargo doméstico de
“papá”.
Hay mucho más,
sin embargo, en su nombre mismo. No diré simplemente que si hubiese nacido en
África quizá se llamaría Bambayuyu, que es un nombre muy sonoro y de un
exotismo justificable por la diferencia de lengua. No. Si salimos de nuestro
ámbito, que no naturalmente habría de componerse su nombre del nombre de un
santo de la Iglesia católica, de un primer apellido. Que trasmitirá a sus hijos
y que le vincula al padre de su padre, y un segundo que no transmitirá y que le
vincula al padre de su madre. Es solamente una forma. Podría llamarse Josep
hijo de Joan Timoneda o hijo de Empar Martínez, Timoneda Josep o tomar el nombre
de su origen y resultar Josep Timoneda de Borriana, o haber podido elegir, al
llegar a ser mayor, el nombre o cuál de los dos apellidos prefería llevar
adelante.
Podría ser de
otra manera, pero ésta es la que le ha correspondido, ya que vive aquí. Son
costumbres. ¡Atención, sin embargo! Hay quien dice que “son costumbres” como
si, reconocido el carácter no natural de las maneras de vivir, éstas fueran
resultado de un puro azar, cuando en realidad nos reenvían una y otra vez los
datos fundamentales de la sociedad. El nombre del señor Timoneda nos da pistas
sobre la influencia de la Iglesia católica y sobre el hecho de que los padres
pintan más que los hijos, y el padre más que la madre. Eso en el nombre
solamente. Los actos cotidianos del señor Timoneda nos proporcionan muchas más
pistas.
El señor Timoneda podría haber pasado el día de muchas
otras maneras. Nada en su biología se lo impide. Podría haber trabajado en su
casa, por ejemplo.
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