miércoles, 21 de octubre de 2020

Los medios y la construcción social de la realidad

 Algunas notas sobre los medios de comunicación- Friedman y Alvarez- Sociologìa- Lifszyc- ed. Aldea

Fecha de entrega: 4 de noviembre Enviar a ceballoslu@gmail.com

Los medios y la construcción social de la realidad


¿Qué decir entonces acerca de "la realidad" que la televisión pretende transmitirnos a través de, por ejemplo, los programas informativos? Es habitual que los programas informativos se precien de ser "objetivos", pero ¿a qué llamamos habitualmente "objetividad"? Solemos entenderla como la medida en que la enunciación de una noticia concuerda con "la realidad de los hechos en cuestión”. Si un noticiero es objetivo, aquello que enuncia será muy parecido a la realidad y por lo tanto verdadero, al tiempo que se acusa de falta de objetividad a quien "distorsiona" la realidad de los hechos. 

Siguiendo al semiólogo argentino Eliseo Verón: “Toda deontología de la prensa, por ejemplo, se ha constituido sobre la idea de objetividad de la información: como si existiera un real de la actualidad que los medios, retroactivamente, reproducen más o menos bien. Sin embargo, es cada vez más evidente que los medios masivos no mitifican lo real como algunos afirman, ni lo deforman, ni siquiera lo reproducen: lo producen." En definitiva, los medios no representan la realidad en forma transparente o distorsionada sino que producen la realidad social. La realidad social no existe por fuera del discurso de los medios de comunicación:


"La actualidad como realidad social en devenir existe en y por los medios informativos. Esto quiere decir que los hechos que componen esta realidad social no existen en tanto tales (en tanto hechos sociales) antes que los medios los construyan. Después que los medios los han producido, en cambio, estos hechos tienen todo tipo de efectos: un gobierno toma tales o cuales decisiones, otro reacciona de tal o cual manera; ambos, por supuesto, utilizarán los medios para que sus actos se conviertan a su vez en acontecimientos sociales. Después de que los medios las han producido, los acontecimientos sociales empiezan a tener múltiples existencias, fuera de los medios: se los retoma al infinito en la palabra de los actores sociales, palabra que no es mediática. Es por eso que dicha realidad es nuestra realidad, vale decir inter-subjetiva."


¿Qué significa que la realidad es una producción? Según Verón, esto es muy sencillo: en nuestras sociedades la realidad es producida como cualquier otra mercancía industrial. "Una industria , por ejemplo, la industria automotriz. Si usted ve por la calle un modelo determinado de automóvil, no se pregunta si dicho vehículo se parece al automóvil.


Es simplemente un automóvil, resultado de un determinado proceso de fabricación. Ese objeto que llamamos la actualidad -tal como nos la presenta, por ejemplo, el noticiero de un canal de televisión en un día cualquiera- tiene el mismo status que un automóvil: es un producto, un objeto fabricado que sale de esa fábrica que es un medio informativo. Los medios no copian nada (más o menos bien más o menos mal): producen realidad social. Naturalmente, medios hay muchos (diarios, canales de televisión, radios). De modo que hay

muchos modelos de la actualidad. Como hay muchos modelos de automóviles. Los distintos  modelos de la actualidad están construidos para distintas audiencias. Como los diferentes modelos de automóviles están concebidos para distintas clientelas.  Lo que llamamos actualidad es también el resultado de un proceso productivo, del mismo modo que la mesa en la que almorzamos y que el sillón en el que nos instalamos para leer el diario.” La analogía con la industria que realiza Verón nos da una primera aproximación al tema de la producción.


Para comprender mejor cómo y qué producen los medios de comunicación resulta necesario complejizar un poco esta cuestión. Lo que llamamos realidad social es el resultado de los múltiples discursos que circulan y se confrontan en el espacio social; el de los medios es sólo uno de ellos. Pero ¿por qué el discurso de los medios tiene mayor capacidad que otros para construir esa realidad? Sin duda, este hecho no encuentra su explicación en alguna característica intrínseca o, mejor aún, en una cualidad natural del propio discurso de los medios. Al igual que una mercancía que no encuentra su valor más que en las relaciones sociales de producción, el poder del discurso mediático reside también en las relaciones sociales que le dan existencia. Al creer en la legitimidad del discurso mediático, lo que era una construcción arbitraria de la realidad queda naturalizada, es decir, negada como producto de relaciones sociales históricamente situadas.


"En mayor o menor grado, cada uno de nosotros cree en los acontecimientos de la actualidad; damos crédito, necesariamente, a alguna imagen de la actualidad. Sin embargo, en la enorme mayoría de los casos, no hemos tenido ninguna experiencia personal de los hechos en cuestión. En consecuencia, nuestra creencia no se funda en modo alguno en una experiencia vivida' de esos hechos. Si damos crédito es porque algún discurso ha engendrado en nosotros la creencia y en él hemos depositado nuestra confianza. (...) Recordamos pues aquí este principio fundamental: en nuestra relación con los medios, no es porque hemos constatado que un discurso es verdadero que creemos en él, es porque creemos en él que lo consideramos verdadero." 


Del párrafo anterior podemos extraer dos cuestiones fundamentales. En primer lugar, Verón destaca la diferencia entre dos niveles de experiencia: la experiencia vivida y la experiencia mediática. La primera pierde cada vez más terreno a favor de la segunda. El atentado a las torres gemelas en septiembre de 2001 tendrá diversas características particulares para cada uno de los pocos miles que presenciaron este evento directamente. Pero las imágenes que construyeron ese acontecimiento para una audiencia de millones de personas son las que constituyen la realidad del acontecimiento, la realidad que vivimos todos. Por más importante y colosal que sea un acontecimiento, todos nosotros lo vivimos en y por los medios. Sólo un pequeño número de personas vio caer las torres; sin embargo, todos aseguramos haberlas visto derrumbarse, incluso en incontables oportunidades, y desde infinitos ángulos. ¿Se habrían caído las torres de no haber sido proyectadas por televisión? Verón estaría de acuerdo quizás con una frase que gustan repetir personajes del medio televisivo: lo que no sale en televisión, no existe.


En segundo lugar, la aceptación del discurso televisivo se funda en la creencia en su legitimidad. Un ejemplo de esto es la famosa anécdota sobre Orson Welles. En el año 1938, el director estadounidense realizó una adaptación para radio de la célebre novela de H. G. Wells: La guerra de los mundos, que relata una invasión extraterrestre. Pero en este caso, la novela fue representada siguiendo el formato de un noticiero de radio, lo cual provocó que muchas personas salieran a las calles desesperadas buscando refugio o se armaran frente al ataque alienigena.

Actividad:

Lean el texto y respondan:


  1. ¿Qué quiere decir que los medios producen la realidad?

  2. Expliquen por qué creemos en el discurso mediático y los consideramos verdadero.

  1. Expliquen por qué creemos en el discurso mediático y los consideramos verdadero.

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