viernes, 23 de octubre de 2020

CONTRUCCIÓN DE LA CIUDADANÍA "FUTBOL Y DERECHOS FEMENINOS" 3º AÑO 1ª Y 3º AÑO 3ª

 DOCENTE: ARIEL SEBASTIÁN SOSA

AÑO: 3ro 1ra y 3ro 3ra.

ASIGNATURA: CONSTRUCCIÓN DE LA CIUDADANIA

MAIL: ariel.sosa@bue.edu.ar

CONTACTO: 11-3875-1706

FECHA DE ENTREGA: 4 DE NOVIEMBRE DEL 2020

 

“FUTBOL Y DERECHOS FEMENINOS”

Una iniciativa deportiva se transformó en la alternativa para que un grupo de mujeres luchara contra la exclusión y la violencia de género: esta es la historia de Las Aliadas, el equipo de la Villa 31, ubicada en el barrio de Retiro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Hace nueve años que el equipo de fútbol femenino entrena en la villa 31. Entonces, un grupo de mujeres adolescentes exigió su lugar en la cancha de fútbol del barrio y a pesar de la resistencia cultural, formó Las Aliadas, un equipo que recorrió el mundo. Mónica Santino es su directora técnica desde el comienzo. Hoy, junto a otras entrenadoras, asiste al barrio de forma voluntaria para enseñarles a chicas de entre 6 y 20 años algo más que a jugar a la pelota. En sus palabras: “Para las mujeres, el derecho al juego es una cuestión revolucionaria. Y aquí estamos”. ¿Por qué comenzaron a jugar? – El proyecto nació a fines de 2007, con una entrenadora de Estados Unidos. Armó un grupo de unas diez chicas en la villa 31 y ahí me contactó. Yo trabajaba en un programa de fútbol femenino creado a partir de la inexistente oferta deportiva para mujeres en zonas excluidas de la ciudad. Las chicas querían jugar y esa posibilidad no estaba. – ¿Por qué la elección de ese deporte? – El fútbol fija roles con una identidad masculina muy fuerte. Cuando una mujer juega y rompe eso, son muchas las cosas que cambian. Entonces, acá en el barrio empezamos a jugar, como excusa de trabajo de los estereotipos de género. También hablamos de derechos sexuales, salud reproductiva y embarazos adolescentes. El fútbol ofrece, así, la posibilidad de ver la vida con otro cristal. Además, levantó la autoestima de muchas chicas, las empoderó. Ahora levantan la cabeza y miran. Tienen un grupo de pertenencia y están orgullosas de su barrio. El juego las sacó del lugar de aislamiento. Por eso pensamos que es muy valioso como herramienta para erradicar la violencia de género. – ¿Con qué resistencias se encontraron? – Al principio, los varones decían que no podíamos jugar, que estaban ellos, que nos corriéramos y se metían en nuestros partidos. Pero no bajamos los brazos. Con el correr del tiempo fuimos siendo más que ellos. Nos plantamos y logramos jugar esas dos horas que queríamos. Claro que la lucha sigue porque todavía hay disputas, No hay un derecho pleno: está en construcción y es lo que estamos tratando de conquistar ahora. – ¿Qué logros obtuvieron en estos años? – El 6 noviembre de 2007 aparecimos en esta cancha, que era un potrero. No tenía reja, ni tribunas, ni sintético, nada. Así que acondicionarla fue muy importante. Pero la primera conquista de este grupo fue lograr que la cancha sea un espacio para mujeres en el horario de nuestro entrenamiento. Ahora los nenes más chicos juegan con nosotras y aprenden que somos iguales, entonces de grandes el trato va a ser distinto.

Luego de lo leído responder:

1-      ¿El deporte puede ser una herramienta para que una comunidad mejore su vida? ¿Por qué?

2-      ¿Cómo fue el caso de Las Aliadas? 

3-     Busca otro ejemplo en el cual el deporte haya permitido una transformación social.

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