PLAN de CONTINGENCIA Y CONTINUIDAD PEDAGOGICA
SECUNDARIA 31
MATERIA: Trabajo y
Ciudadanía – Trabajo N° 2
CURSO: 6 “2” (sociales)
PROFESORA: VERÓNICA
BONVINI
MAIL: Vbonvini1968@gmail.com
TURNO: Tarde
AÑO: 2020
Trabajo Práctico N°2:
Realiza un cuadro sinóptico con el siguiente texto:
¿Qué es un
cuadro sinóptico?
Un cuadro sinóptico —también denominado mapa sinóptico o
síntesis de cuadro— es una representación gráfica de textos o ideas en forma de
esquema que facilita una estructura general coherente acerca de
una temática en concreto y las numerosas relaciones de los elementos que la
componen. Se trata de una estrategia organizativa de conocimientos cuya
característica principal es su estructura jerarquizada. La cual representa
conceptos que van de lo general a lo particular de una forma ordenada. A través
de este tipo de esquemas se pueden mostrar los componentes más importantes de
un tema proporcionando una fácil comprensión, memorización y estudio.
Evolución del trabajo a lo largo de la historia por Teresa
Eggers – Brass de Editorial Maipue
Se pueden identificar diversas formas de trabajo en los
distintos períodos históricos. En las primeras etapas de la humanidad, el
hombre realizaba tareas para garantizar su sobrevivencia sin recibir a cambio
una compensación más allá de lograr sus alimentos.
La primera etapa, en el paleolítico, fue la depredación que
consistió en la caza, la pesca y la recolección de frutos o vegetales.
Posteriormente, en el Neolítico, los seres humanos pasaron a ser productores de
sus propios alimentos, cultivando la tierra. Asegurada su subsistencia y
establecidos en ciudades, comenzó la división del trabajo entre el manual y el
intelectual. Este último era encarado por quienes se dedicaron a pensar la
forma de organización social y política (religiosos, científicos, legisladores,
jueces). La vida en las aldeas se fue tornando más compleja y dió lugar en
algunas regiones a la revolución urbana. Nació la oposición campo/ciudad y la
labor campesina se consideró más ruda e inferior.-
La primera forma de trabajo en relación de dependencia fue
la esclavitud. Cuando los pueblos aprendieron a generar excedentes de
producción como para que no fuera necesario que todos trabajaran físicamente,
las primeras civilizaciones optaron por no matar a los vencidos sino
transformar los prisioneros de guerra en esclavos. Esto era beneficioso para
los vencedores porque además en las batallas morían muchos trabajadores, y esta
escasez de mano de obra se reemplazaba con la de los sometidos. Si bien la
esclavitud existió durante miles de años (aún hoy se encuentran casos de
personas esclavizadas, sometidas ilegalmente en forma oculta a las
instituciones o al Estado) como modo de producción fue típico de la antigüedad,
con distintas variantes. En algunos lugares el amo era el dueño de la persona
del esclavo, de su familia y de sus enseres. En Roma se les permitía tener
bienes e incluso existía la lejana posibilidad de comprar su propia libertad.
Espartaco, esclavo y gladiador romano, luchó por su libertad junto a otros
esclavos fugitivos, venciendo en varias batallas a los ejércitos romanos, hasta
ser derrotado, muerto y sus seguidores crucificados (pena de muerte romana) en
el año 71 a C. En América, el imperio Incaico dominaba a otros indios (que no
aceptaban la sumisión al Inca) como yanaconas, los que debían realizar los
trabajos más pesados y cuya servidumbre era hereditaria, los aztecas también
tenían esclavos originados en guerras, ociosidad o falta de pago de deudas,
pero no era una condición hereditaria. Con la conquista, se sometió a los
indígenas a trabajos forzados, por medio de la mita, el yanaconazgo y la
encomienda, y se trajo a cautivos africanos quitándoles atributos a las
personas, traficándolos como esclavos para realizar los trabajos más duros en
las plantaciones tropicales. Los africanos islamizados, de la nación Mandinga
fueron los que llevaron adelante las más importantes rebeliones contra la
explotación del blanco, por ello los españoles asimilaron la palabra “mandinga”
a “diablo”. Los amerindios también lucharon contra españoles y criollos, las
epopeyas más conocidas fueron en principio las resistencias de Cuauhtémoc en
México y las de Lautaro y Caupolicán en Chile (siglo XVI), las guerras
Calchaquíes (siglo XVII) y la rebelión de Túpac Amaru en todo el antiguo
imperio Incaico (fin del siglo XVIII).
En la Edad Media europea (siglos V a XV) surgió el
feudalismo, sistema a partir del cual el rey concedía a los señores de vasallos
el control de las tierras de los lugareños. En una economía esencialmente
rural, la población acosada por invasores extranjeros, se congregaba en los alrededores
del castillo del señor feudal en búsqueda de protección. Con esa mano de obra
asegurada, los esclavos fueron reemplazados por los siervos “de gleba” que no
estaban sujetos al amo, sino a la tierra, podían usar parte de la producción
agrícola, elaboraban productos para usar o permutar entre las familias en las
ferias dominicales.
En el siglo XII, las ciudades o “burgos” crecían en
importancia, allí al trabajo familiar artesano se incorporan otras personas,
surgiendo una forma de trabajo basado en un régimen jerárquico con maestros,
compañeros y aprendices. Se creó una organización en gremios, realizando los
talleres una actividad restringida a los autorizados. Los maestros tenían
discípulos a los que les enseñaban el oficio, cuidaban de su educación y vivían
con ellos, recibiendo a cambio una retribución, posteriormente los aprendices
podían llegar a ser compañeros y aspirar a ser maestros si tenían la aprobación
de la Corporación, pero ésta fue cada vez más restrictiva con las
autorizaciones, que muchas veces revestían carácter hereditario.
Los burgueses, para eludir los controles y las trabas de los
gremios que trabajaban en ciudades, daban trabajo a los campesinos para épocas
en que no tenían labores rurales, comerciando estos productos y trayendo otros
de Oriente para vender, lograron acumular capitales. Entonces, la acumulación
originaria capitalista se produjo debido a la separación de trabajador de los
medios de producción (el trabajador no siempre es propietario de las
herramientas o las máquinas con las que se produce: tanto éstas como las
materias primas pasan a ser provistas por los capitalistas, y así el jornalero
deja de ser dueño de lo que produce). Pese a que el sistema político feudal (falta
de un poder centralizado) fue desapareciendo en la Edad moderna, con la
formación de los Estados Nacionales, el feudalismo como sistema social de dominación
recién cayó en la Edad contemporánea, a partir de la Revolución Francesa. Allí
los trabajadores – que fueron quienes hicieron posible la victoria de la
burguesía lograron la igualdad ante la ley y, en dramáticas revueltas en
algunos casos consiguieron poseer los títulos de las tierras que trabajaban
desde tiempos inmemoriales.
A fines del siglo XVIII aparece el maquinismo en Inglaterra,
y como consecuencia de la llamada “Revolución Industrial” fueron desapareciendo
los talleres artesanales. Los trabajadores dejaron de ser entonces dueños del
fruto de su trabajo, y sólo fueron considerados como “mano de obra” pasan a ser
obreros que cobran una remuneración por su labor. La industria dió lugar a la
división del trabajo, con la especialización del obrero en relación a la
maquina con la cual trabajaba. El aumento de población acrecentó la oferta
laboral y trajo como consecuencia una disminución en los salarios y un
incremento de las horas de trabajo. Para vivir se hizo necesario que trabajara
toda la familia, incluso los niños: así se originó el proletariado. Ante el
desamparo total, con magros salarios, sin derecho a huelga, miles de
trabajadores con la insatisfacción general se alojaban en lugares similares a
los que nosotros hoy llamamos “villas miseria”.
La existencia de gremios monopólicos medievales iba en
contra de los intereses de los burgueses que querían producir libremente, por
lo que defendieron las nuevas ideas liberales. En la Revolución Francesa la
Asamblea reacciona contra los que consideraban monopolios sindicales, y en el
año 1971 se dicta la ley Chapelier que suprime en forma definitiva las
corporaciones estableciendo la libertad de trabajo. En Inglaterra también se
hacen leyes “antiasociacionistas” contra los gremios (1799-1800), por lo que
los obreros reaccionan organizándose, hasta que consiguen la legalización
progresiva de los sindicatos de trabajadores a partir de 1825.-
En Londres surgió el cartismo en 1838, cuando la Asociación
de Trabajadores de Londres redactó la Carta del Pueblo, donde pedían, entre
otras cosas, sufragio universal masculino, voto secreto, pago a diputados, etc.
Sus peticiones fueron acompañadas de revueltas, huelgas y manifestaciones
populares. Fracasó en muchos de sus objetivos, pero logró una ley que reducía la
jornada laboral a diez horas y ayudó a la consolidación del movimiento obrero
inglés. El ludismo, movimiento de trabajadores que se hizo popular en
Inglaterra y Francia, adoptó como forma de protesta, el incendio de fábricas o
la destrucción de máquinas y telares que ahorraban mano de obra. Tuvo un alto
grado de organización y disciplina, y luchó por una legislación que limitara
los abusos y arbitrariedades de los patrones.
Los proletariados, unidos a pequeños burgueses descontentos
con las prácticas capitalistas, generan en el año 1848 en Europa una serie de
revoluciones. Aunque estas revoluciones fracasaron, la concientización del
obrero creció, y a fines del siglo XIX se logró la legalización del derecho a
huelga. La nueva conciencia de la fuerza del proletariado y la necesidad de un
cambio político, económico y social para terminar con la “explotación del
hombre por el hombre”, da surgimiento a las ideas críticas del capitalismo y a
movimientos como el socialismo, el anarquismo, el sindicalismo, el cooperativismo,
la doctrina social cristiana, tendientes a mejorar las condiciones de vida del
hombre trabajador.
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