Prácticas del Lenguaje
2° 1° T.M
Profesora: Paula Chentola. Contacto: locusamoenus19@gmail.com / 1124627979
1) Leer el cuento de Mariani, "Balada de la oficina" y resolver:
a) ¿Quién narra la historia?
b) En la historia predomina un discurso irónico ¿por qué?
c) Buscar los datos biográficos del autor Roberto Mariani.
2) Relacionar el cuento con la obra de teatro "La isla desierta" (obra trabajada anteriormente). ¿Qué aspecto social critican?
3) Escuchar las canciones: "Homero", de Intoxicados y "Un par de botas", de Argentino Luna. Contar con palabras propias de qué tratan. Y explicar qué tienen en común con los textos leídos.
"BALADA DE LA OFICINA"
Entra. No repares en el sol que dejas en la calle. Él está caído en
la calle como una blanca mancha de cal. Está lamiendo ahora nuestra
vereda; esta tarde se irá enfrente. No repares en el sol. Tienes el
domingo para bebértelo todo y golosamente, como un vaso de rubia cerveza
en una tarde de calor. Hoy, deja el perezoso y contemplativo sol en la
calle. Tú, entra. El sol no es serio. Entra. En la calle también está el
viento. El viento que corre jugando con fantasmas. Fantasma él también,
pues no se ve con los ojos de la cara, y se lo siente. El viento está
jugando; ya corriendo una loca carrera por en medio de la calle; ya
golpeándose las sienes contra las paredes de las casas; ya deshilándose
en las copas de los árboles… f… f… f… f… El viento es juguetón como un
recental; esto no es serio. Tú entra.
Deja en la calle sol, viento, movimiento loco; tú, entra.
¿Qué podrías hacer en la calle? ¿No tienes vergüenza, estúpido
sentimental, regodearte con el sol como un anciano blanco, y
esqueletoso, y centenario? ¿No te humilla, en tu actual situación de
muchacho fornido, dejarte forrar por el viento como una hoja dentro de
un remolino?
¡Y la lluvia! No te avergonzaré recordándote que los otros días
estuviste tres horas ¡tres horas!, contemplando tras la vidriera del
café, caer y caer y caer, monótonamente, estúpidamente, una larga,
monótona y estúpida lluvia. Entra, entra.
Entra; penetra en mi vientre, que no es oscuro, porque, ¡mira cuántos
Osram flechan sus luminosos ojos de azufre encendido como pupilas de
gata! Penetra en mi carne, y estarás resguardado contra el sol que
quema, el viento que golpea, la lluvia que moja y el frío que enferma.
Entra; así tendrás la certeza —que dará paz a tu espíritu— de obtener
todos los días pan para tu boca y para la boca de tus pequeñuelos. ¡Tus
pequeñuelos, tus hijos, los hijos de tu carne y de tu alma y de la
carne y del alma de la compañera que hace contigo el camino! Yo daré
para ellos pan y leche; no temas; mientras tú estés en mi seno, y no
desgarres las prescripciones que tú sabes, jamás faltará a tus
pequeñuelos, ¡los pobres!, ni pan, ni leche, para sus ávidas bocas.
Entra; acuérdate de ellos; entra.
Además, cumplirás con tu deber. Tu deber. ¿Entiendes? El trabajo no
deshonra, sino que ennoblece. La Vida es un Deber. El hombre ha nacido
para trabajar.
Entra; urge trabajar. La vida moderna es complicada como una madeja
con la que estuvo jugando un gato joven. Entra; siempre hay trabajo
aquí.
No te aburrirás; al contrario, encontrarás con qué matizar tu vida.
(Además de que es tu Deber). Entra. Siéntate. Trabaja. Son cuatro horas
apenas. Cuatro horas. Pero, eso sí: nada de engañifas ni simulaciones ni
sofisticaciones. ¡A trabajar! Si tu labor es limpia, exacta y
voluntariosa —voluntariosa sobre todo—, los jefes te felicitarán. Tú
estás sano; puedes resistir estas cuatro horas. ¿Has visto cómo las has
resistido? Ahora vete a almorzar. Y vuelve a hora cabal, exacta,
precisa, matemática. ¡Cuidado! Porque si todos se atrasaran, se
derrumbaría la disciplina, y sin disciplina no puede existir nada serio.
Otras cuatro horas al día. Nadie se muere trabajando ocho horas
diarias. Tú mismo, dime: ¿no has estado remando el domingo once o doce
horas, cansando los músculos en una labor con el agua que me abstengo de
calificar por el ningún remordimiento que se obtiene? ¿Ves tú? ¡Y con
inminente peligro de ahogarte! Yo sólo te exijo ocho horas. Y te pago,
te visto, te doy de comer. ¡No me lo agradezcas! Yo soy así.
Ahora vete contento. Has cumplido con tu Deber. Ve a tu casa. No te
detengas en el camino. Hay que ser serio, honesto, sin vicios. Y vuelve
mañana, y todos los días durante 25 años; durante los 9.125 días que
llegues a mí, yo te abriré mi seno de madre; después, si no te has
muerto tísico, te daré la jubilación.
Entonces, gozarás del sol, y al día siguiente te morirás. ¡Pero habrás cumplido con tu Deber!
Este es el Blog de la Secundaria N° 31 de Lomas de Zamora, donde encontraras toda la información sobre cada una de las materias de cada año de la secundaria para que la tengas siempre disponible desde cualquier dispositivo
Etiquetas
- 1° 1°
- 1° 2°
- 1° 3°
- 1° 4°
- 2° 1°
- 2° 2°
- 2° 3°
- 2° 4°
- 3° 1°
- 3° 2°
- 3° 3°
- 4° 1°
- 4° 2°
- 5° 1°
- 5° 2°
- 6° 1°
- 6° 2°
- Arte
- Biología
- Ciencias Naturales
- Ciencias Sociales
- Comunicación cultura y sociedad
- Construcción de la Ciudadanía
- Economía
- Educación Artística
- Educación Física
- filosofía
- Físico-Química
- geografía
- historia
- INFORMACIÓN GENERAL
- inglés
- introducción a la física
- introducción a la química
- Literatura
- Matemática
- NTICx
- PICS
- Política y Ciudadanía
- Prácticas del lenguaje
- Psicología
- Salud y Adolescencia
- sociologia
- Trabajo y Ciudadania
- Trabajos Integradores
No hay comentarios.:
Publicar un comentario